El empresario Víctor de Aldama, implicado en la trama Hidrocarburos, ha lanzado una denuncia inquietante: no puede acceder a mensajes clave intercambiados con miembros del Gobierno de Pedro Sánchez. Según ha informado su defensa, en el análisis forense de su teléfono móvil algunas respuestas de altos cargos gubernamentales han desaparecido, impidiendo su revisión. Un enigmático mensaje de «el código de seguridad ha cambiado» aparece en los chats con ciertos interlocutores gubernamentales, mientras que otros contactos no presentan este problema.
La importancia de estos mensajes radica en su relevancia para el esclarecimiento de la causa, que investiga presuntos tratos de favor y corrupción en el sector de los hidrocarburos. Entre los nombres mencionados destaca Carlos Moreno, jefe de Gabinete de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien habría conversado con Aldama sobre el aplazamiento de una deuda millonaria. Sin embargo, la respuesta de Moreno ha desaparecido.
¿Manipulación de pruebas? Las dudas sobre la actuación del PSOE
El PSOE, que actúa como acusación popular en la causa, ha solicitado prisión provisional sin fianza para Aldama, argumentando que su colaboración con la Justicia es falsa. No obstante, la defensa del empresario rebate esta versión, asegurando que su testimonio ya ha sido clave para incriminar a exmiembros del Gobierno, actuales altos cargos y al propio Partido Socialista.
Según el abogado de Aldama, José Antonio Choclán, su cliente ha facilitado documentos comprometedores que afectan directamente al PSOE. Curiosamente, fue su puesta en libertad lo que permitió que estos documentos llegaran a manos de los tribunales. ¿Por qué el PSOE insiste en encarcelarlo? ¿Para callarlo?
El escrito de la defensa no duda en acusar al partido de Sánchez de estar utilizando la Justicia como herramienta de intimidación. Citan incluso el artículo 464 del Código Penal, que castiga a quienes intentan influir en testigos o acusados mediante intimidación o violencia.
Aldama contraataca: denuncia una campaña de desprestigio
Desde que Aldama fue puesto en libertad, el PSOE ha impulsado una serie de maniobras legales contra él, incluida una solicitud para imputarlo por injurias y calumnias. La defensa del empresario sostiene que estas acciones no son más que un intento desesperado por silenciarlo, especialmente después de que documentos comprometedores sobre el partido empezaran a ver la luz.
La desaparición de mensajes en su móvil, la presión del PSOE para mantenerlo en prisión y las acusaciones de intimidación a testigos dibujan un escenario oscuro en torno a la trama Hidrocarburos. Si Aldama miente, ¿por qué se eliminan pruebas clave? Y si dice la verdad, ¿qué intenta ocultar el Gobierno de Pedro Sánchez?