El empresario Víctor de Aldama, conocido por su papel en el caso Koldo, ha sacudido el panorama político con unas declaraciones explosivas. Durante su comparecencia en el Senado, vinculó a Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, con una cuenta en el extranjero que contendría seis millones de dólares.
Estas afirmaciones, aunque polémicas, han encendido el debate sobre la integridad de las figuras públicas y sus posibles nexos con fondos no declarados.
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“He visto las cuentas”
Aldama, ante los medios, no dudó en reafirmar sus declaraciones, asegurando que ha visto las pruebas con sus propios ojos. Según el empresario, no solo tuvo acceso a los detalles de la cuenta de Begoña Gómez, sino que incluso solicitó una copia de la denuncia presentada ante la Fiscalía: “Lo he visto todo: los pantallazos, las cuentas y la denuncia. Esto es muy grave”, afirmó con contundencia.
Sin embargo, las acusaciones de Aldama han sido recibidas con escepticismo en algunos sectores. La Fiscalía Anticorrupción ya ha archivado la denuncia por falta de credibilidad, señalando la falta de pruebas contundentes para proceder.
Más nombres involucrados
Las acusaciones de Aldama no se limitan a Begoña Gómez. Durante su intervención, también implicó a María Jesús Montero, actual ministra de Hacienda, y a Sonsoles Espinosa, esposa del expresidente Rodríguez Zapatero. Según el empresario, ambas figurarían en las mismas denuncias por cuentas en el extranjero. Montero, dijo, tendría alrededor de 1,5 millones de dólares en una cuenta no declarada, mientras que Espinosa estaría involucrada en tramas similares.
Estas revelaciones abren interrogantes sobre la veracidad de las acusaciones y las posibles repercusiones políticas que podrían derivarse si se confirman. Aldama, por su parte, asegura estar colaborando con la Justicia y dice tener documentos sensibles que podrían afectar directamente al presidente Sánchez y otros altos cargos.
Problemas técnicos y amenazas personales
El empresario también mencionó que los investigadores han tenido dificultades para acceder al contenido de su teléfono móvil, donde asegura que se encuentran pruebas clave. “Están intentando resolver problemas técnicos en el volcado de datos”, comentó. Además, expresó temores por su integridad física, insinuando que su seguridad podría estar en riesgo debido a la naturaleza de las acusaciones: “Soy el único que está enfrentándose a esto, y lo hago solo”, afirmó.
Por otro lado, Aldama dejó caer que podría estar en posesión de información relacionada con la financiación del partido socialista, un asunto que, según sus palabras, sería “delicado” y que debe valorar con sus abogados antes de hacerlo público.
La polémica que no cesa
Las declaraciones de Aldama han generado un terremoto político y mediático. Mientras algunos consideran que sus palabras son un intento de desviar la atención de sus propios problemas legales, otros creen que podrían destapar una trama de corrupción de dimensiones incalculables.
En cualquier caso, estas acusaciones han colocado nuevamente el foco sobre el Gobierno de Pedro Sánchez, que enfrenta otro escándalo en un momento crítico. Queda por ver si las pruebas de Aldama tienen el peso suficiente para sostener sus afirmaciones o si este caso se diluirá como otros anteriores.