El empresario Víctor de Aldama ha vuelto a sacudir la escena política al revelar que en su poder existe un «sobre con información delicada» que implicaría al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un presunto esquema de financiación de la Internacional Socialista. Según Aldama, los documentos muestran cupos de petróleo por valor de 250 millones de dólares de PDVSA, la empresa estatal venezolana, presuntamente destinados a respaldar la organización que Sánchez preside desde 2022.
Las fuentes consultadas aseguran que la Fiscalía Anticorrupción ya tiene conocimiento del contenido del sobre, que también implica al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en las negociaciones con el régimen venezolano de Nicolás Maduro. Aldama, además, apunta a la polémica visita de Delcy Rodríguez a España en 2020 como parte de este esquema, sugiriendo que Sánchez estaba al tanto de los detalles y habría dado su aval al entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos.
El empresario afirma tener información adicional sobre una cuenta bancaria de Zapatero en Rusia, presuntamente utilizada para mover los fondos. Según su versión, la financiación habría sido canalizada con la ayuda de un testaferro venezolano cercano a Zapatero y validada mediante acuerdos de intercambio de petróleo gestionados por Aldama, quien además habría intermediado en la venta de un millón de barriles de PDVSA durante la pandemia.
Mientras la Unidad Central Operativa (UCO) analiza el contenido del teléfono móvil incautado a Aldama, el Juzgado Central de Instrucción Nº 5 ha abierto una pieza separada para investigar este caso, que podría destapar una red de conexiones entre el Gobierno español, el régimen venezolano y operaciones de financiación internacional.
Las implicaciones de este caso, si se confirman las acusaciones, no solo podrían dañar la imagen de Pedro Sánchez y su Gobierno, sino también poner en jaque su papel al frente de la Internacional Socialista, una organización que él mismo describió como clave para combatir el «pesimismo» de la derecha y los movimientos reaccionarios.
A medida que las investigaciones avanzan, la presión crece sobre el Ejecutivo y los implicados en este escándalo, mientras la UCO trata de desentrañar el contenido del móvil de Aldama, que podría ser la pieza clave en esta compleja trama de corrupción y financiación internacional.