Víctor de Aldama y Koldo García Izaguirre crearon una red para facilitar la entrada de empresarios relacionados con el régimen de Nicolás Maduro en España. La trama, respaldada por contactos políticos, gestionaba negocios como hidrocarburos, mascarillas y construcción.
La Unidad Central Operativa (UCO) ha revelado comunicaciones que prueban cómo los implicados llegaban a manipular los accesos fronterizos del aeropuerto de Barajas, dependientes del Ministerio del Interior, para permitir la entrada de estos empresarios en el país.
Casos destacados: la entrada de Ceballos
Uno de los empresarios venezolanos favorecidos por la trama fue Alejandro Jesús Ceballos Jiménez, dedicado al sector de la construcción en Venezuela. Ceballos no solo ingresó sin problemas a España, sino que también participó en una reunión oficial en el Ministerio de Transportes el 30 de marzo de 2021, bajo la gestión de José Luis Ábalos.
La reunión, gestionada por la secretaría particular del ministro, demuestra el alcance de la influencia de Aldama, capaz de facilitar reuniones de alto nivel. Este episodio expone el grado de complicidad gubernamental en las operaciones de la red.
La sombra de Delcy Rodríguez y la conexión Marlaska
El caso más representativo de esta red es el ingreso ilegal de Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, a pesar de las sanciones internacionales en su contra. Documentos de la UCO revelan que la red no solo organizó su visita, sino que también gestionó el alquiler de una mansión en Madrid, apodada «Villa Delcy», para facilitar sus actividades.
La frase «Ya está notificado al puesto fronterizo» refleja el nivel de control que tenía la trama sobre el Ministerio del Interior. Esto confirma que Fernando Grande-Marlaska, como responsable del departamento, era consciente de estos movimientos y los permitía.
Una red de negocios ilícitos y complicidad política
El análisis de las conversaciones interceptadas por la UCO desvela una cascada de negocios ilícitos entre la red de Aldama y el régimen de Maduro. Desde contratos amañados hasta financiación irregular al PSOE, la trama utilizaba sus conexiones para generar beneficios políticos y económicos, ignorando las restricciones internacionales.
Además, la documentación evidencia que Aldama también introdujo a otros enviados de Maduro, aprovechando las facilidades ofrecidas por altos funcionarios españoles.
Implicaciones para el Gobierno
La red de Aldama no solo muestra un grave caso de corrupción, sino que también evidencia la falta de control y supervisión en las instituciones públicas. La implicación de figuras como José Luis Ábalos y Grande-Marlaska subraya la necesidad de investigaciones profundas e independientes para depurar responsabilidades.
El caso Delcy, junto con las actividades de Aldama, pone de manifiesto cómo los recursos del Estado se han utilizado para favorecer intereses personales y políticos de forma reiterada.