El destino de TikTok, una de las plataformas de redes sociales más populares en Estados Unidos, pende de un hilo. Este sábado, tanto la administración saliente de Joe Biden como la entrante de Donald Trump compartieron posturas opuestas respecto a la amenaza de la app de «desaparecer» el próximo domingo, como resultado de una controvertida ley federal.
Mientras que Biden firmó en abril el proyecto de ley que prohíbe TikTok, Trump ha insinuado que podría otorgar una extensión de 90 días para evitar su salida del mercado estadounidense. “Es una situación muy seria que debemos analizar con detenimiento”, comentó el presidente electo en una entrevista con NBC News. Aunque no se han tomado decisiones definitivas, Trump afirmó que probablemente anunciará el lunes su postura respecto a una prórroga.
TikTok, que cuenta con más de 170 millones de usuarios en Estados Unidos, emitió un comunicado advirtiendo que podría verse forzada a detener sus operaciones. La aplicación señaló que la falta de claridad por parte del gobierno sobre las sanciones que podrían enfrentar empresas como Apple o Google, en caso de seguir ofreciendo el servicio, aumenta la incertidumbre sobre su futuro.
Un choque de visiones sobre la seguridad nacional
La controversia surge de una ley que entrará en vigor el domingo, la cual prohíbe que tiendas de aplicaciones y proveedores de servicios tecnológicos en Estados Unidos ofrezcan TikTok, a menos que su empresa matriz, la china ByteDance, venda la aplicación a un propietario no chino. Tanto Biden como el Congreso justificaron esta medida citando riesgos de seguridad nacional, argumentando que el gobierno chino podría utilizar TikTok para recopilar datos confidenciales o manipular contenido en favor de sus intereses.
La administración de Biden, a través de su secretaria de prensa Karine Jean-Pierre, desestimó las advertencias de TikTok calificándolas de “artimaña”. Sin embargo, la Corte Suprema respaldó el viernes los fundamentos de la ley, señalando la escala masiva de datos sensibles que TikTok recopila y la posible influencia de adversarios extranjeros.
Por su parte, Trump ha mostrado un enfoque más pragmático, considerando alternativas que incluyan extender los plazos o buscar un comprador para la plataforma. Según expertos legales, una orden ejecutiva del próximo presidente podría retrasar la aplicación de la ley, pero su validez legal podría enfrentarse a desafíos en los tribunales.
Un caso similar: India y el precedente de prohibición
El caso de Estados Unidos no es único. En 2020, TikTok enfrentó un golpe masivo cuando fue prohibida en India, donde contaba con 200 millones de usuarios. Las autoridades indias también citaron preocupaciones de seguridad nacional, lo que resultó en un precedente que refuerza los argumentos de la administración estadounidense actual.
A pesar de las similitudes, el impacto en el mercado estadounidense sería aún más significativo. TikTok no solo es una plataforma popular, sino un espacio donde los creadores de contenido, marcas y empresas han invertido significativamente para interactuar con millones de usuarios. La incertidumbre sobre su futuro podría provocar pérdidas económicas sustanciales tanto para ByteDance como para los creadores locales.
¿Qué está en juego?
Además de los riesgos de seguridad nacional mencionados, el conflicto subraya un choque cultural y político más amplio entre Estados Unidos y China. ByteDance ha afirmado repetidamente que el gobierno chino no tiene control sobre la empresa y que ha implementado medidas estrictas para proteger los datos de los usuarios estadounidenses.
No obstante, estas garantías no han convencido a los legisladores ni al público, quienes permanecen escépticos sobre el nivel de independencia de TikTok respecto a Beijing. La aplicación también enfrenta multas significativas —hasta 5.000 dólares por usuario estadounidense— si las empresas tecnológicas no retiran el acceso a la plataforma.
¿Desaparecerá TikTok?
La respuesta sigue siendo incierta. Trump tiene la capacidad de emitir una orden ejecutiva para permitir la operación temporal de TikTok, pero los desafíos legales y la falta de un comprador viable complican el panorama. Por ahora, tanto los usuarios como las empresas que dependen de la plataforma esperan con ansiedad el desenlace de esta disputa, que podría marcar un antes y un después en el control gubernamental sobre las plataformas digitales.