Pedro Sánchez insiste en presentar una España ideal, donde la economía «avanza como un cohete» y la población vive mejor que nunca. Sin embargo, los datos oficiales desmienten esta narrativa, mostrando un mercado laboral cada vez más inestable. Según cifras recientes, la duración media de los contratos laborales ha caído un 15% desde 2021, situándose en apenas 45 días. Un dato que, lejos de ser promocionado por el Gobierno, permanece oculto en los informes oficiales.
La caída de la duración media de los contratos El sindicato USO, basándose en estadísticas oficiales, destaca que en 2024 se registraron 15,4 millones de contratos, un 20,5% menos que en 2021. Además, la duración media pasó de 53,6 días en 2021 a 45,26 días en 2024, una disminución de 8,1 días. Más preocupante aún es que el 21,3% de los contratos temporales tienen una duración inferior a una semana. Estas cifras ilustran el precario estado del mercado laboral español, a pesar del triunfalismo del Ejecutivo de Sánchez y Yolanda Díaz.
Los contratos de duración inferior a un mes representan 59,3% del total en 2024, frente al 39,8% en 2021. Este aumento de contratos de corta duración contrasta con la retórica del Gobierno, que insiste en destacar las bondades de su gestión laboral. Mientras tanto, las cifras reflejan una realidad de precariedad y discontinuidad.
El impacto en el sector público y privado Según el informe, el sector privado ha reducido su tasa de temporalidad en 11 puntos desde 2021, mientras que el sector público apenas ha logrado una disminución de 3,5 puntos. A día de hoy, el sector público presenta una tasa de temporalidad que duplica la del sector privado, lo que demuestra una falta de liderazgo en la lucha contra la precariedad laboral.
Además, el informe señala que sólo el 17,6% de los contratos celebrados son indefinidos a tiempo completo, mientras que el 56% de los contratos totales son a jornada completa. Por otro lado, los contratos indefinidos a tiempo parcial representan el 10,1%, y los contratos fijos discontinuos suponen el 14,3% del total. Este último tipo de contrato, promovido por el Gobierno, no deja de ser una modalidad de trabajo parcial, con jornadas reducidas y menos garantías.
El Gobierno celebra, la realidad castiga La insistencia del Gobierno en presentar los contratos fijos discontinuos como un logro es cuestionable. Uno de cada tres contratos indefinidos celebrados en 2024 pertenece a esta modalidad, representando un 34,1% del total de contratos indefinidos. Sin embargo, este tipo de contrato no garantiza estabilidad laboral ni ingresos constantes, ya que las jornadas laborales suelen ser reducidas o estacionales.
La realidad es que el mercado laboral español se encuentra en una situación de precariedad alarmante, con contratos cada vez más cortos y una mayoría de trabajos a tiempo parcial o discontinuos. Esto contrasta con el discurso oficial, que busca ocultar estas cifras o maquillarlas como un éxito.
Conclusión: la España real frente al discurso oficial La narrativa del «mercado laboral robusto» que promueve el Gobierno de Sánchez se desmorona ante los datos. Lejos de representar estabilidad y progreso, el mercado laboral español muestra un declive continuo en la calidad del empleo, con contratos efímeros y una temporalidad desbordante. Esta es la verdadera España laboral: una en la que la precariedad no deja de crecer mientras el Gobierno celebra su «éxito».