Pedro Sánchez vuelve a salirse con la suya. En un giro inesperado, el PP ha decidido apoyar el decreto ‘miniómnibus’ pactado entre el Gobierno y Carles Puigdemont, a pesar de que mantiene cesiones inaceptables, como la entrega del Palacete del Instituto Cervantes en París al PNV y la prórroga de las medidas que protegen a los inquiokupas frente a los propietarios legítimos.
El argumento del PP para justificar su respaldo es que el decreto incluye medidas como la revalorización de las pensiones, las ayudas a los afectados por la DANA y las bonificaciones al transporte. En un comunicado en redes sociales, los populares aseguraron que «los españoles no merecen pagar por la incompetencia del Gobierno», y que su voto a favor es «por los pensionistas, los valencianos y los usuarios de transporte».
Pero aquí surge la gran pregunta: ¿Dónde queda la firmeza del PP? ¿Dónde quedó la denuncia contra la compra de votos parlamentarios de Sánchez?
El palacete del PNV: un escándalo que sigue en pie
Uno de los puntos más controvertidos del decreto sigue siendo la cesión del Palacete en París al PNV, un «regalo» disfrazado de compensación histórica. El propio portavoz del PP, Miguel Tellado, criticó duramente esta maniobra hace solo unos días, calificando al PNV de «aprovechateguis» y acusando al Gobierno de comprar voluntades políticas con patrimonio nacional.
A pesar de esta denuncia, el PP ha decidido mirar hacia otro lado y validar la cesión, sumándose así al mercadeo político de Sánchez.
Desahucios: más trabas para los propietarios, más impunidad para los okupas
Otro punto del decreto que generaba resistencia en el PP eran las medidas antidesahucios, que siguen blindando a los inquiokupas. Si bien se ha introducido una cláusula para que el Estado avale los perjuicios que sufran los propietarios, en la práctica esto no facilita la recuperación de sus viviendas.
La prohibición de desahucios para familias vulnerables sigue en pie, lo que en la práctica implica que miles de propietarios seguirán atrapados en un infierno legal sin poder recuperar sus inmuebles. ¿Dónde está la defensa de la propiedad privada? ¿Qué ha cambiado para que el PP pase de criticar esta medida a votar a favor del decreto que la mantiene?
Un mercado persa en Moncloa
El decreto original contaba con 80 medidas, pero ha sido troceado hasta dejarlo en 29, eliminando algunos puntos económicos clave y aplazándolos a futuras negociaciones. Borja Sémper, portavoz del PP, ha criticado abiertamente esta estrategia, llamando a Sánchez «el líder de un mercado persa» en el que todo se negocia a costa de los españoles.
Pero, a pesar de esta crítica, el PP ha decidido participar en ese «mercado persa», validando el decreto con su voto. Primero denuncian el chantaje político de Sánchez y sus socios, y después terminan respaldando el resultado de esa negociación.
¿Voto por responsabilidad o rendición política?
El PP intenta vender su decisión como un ejercicio de responsabilidad con los ciudadanos, asegurando que no podían votar en contra de la revalorización de las pensiones ni de las ayudas a los afectados por la DANA. Sin embargo, el precio de su apoyo ha sido dar luz verde a un decreto que mantiene el chantaje parlamentario de Sánchez y refuerza el despropósito de la cesión de patrimonio público al PNV y la protección de los okupas.
Si el PP realmente quería forzar al Gobierno a gobernar con seriedad, tenía una opción: exigir un decreto sin chantajes ni cesiones antes de otorgar su voto. En lugar de eso, ha optado por sumarse a la dinámica de Sánchez, validando su política de mercadeo parlamentario y dejando a muchos de sus votantes preguntándose si la firmeza de la oposición es solo de palabra, pero no de acción.