El alto el fuego en Gaza trajo consigo una demostración de fuerza cuidadosamente calculada por Hamás para reforzar su control en el territorio. Hombres armados y enmascarados desfilaron en camionetas por las calles mientras los partidarios coreaban el nombre del ala militar del grupo. La imagen era clara: Hamás sigue siendo el actor dominante, a pesar de las pérdidas sufridas durante el conflicto reciente.
Según Ibrahim Madhoun, analista cercano a Hamás, el objetivo no era solo mostrar resiliencia interna, sino enviar un mensaje a la comunidad internacional e Israel. “Hamás es el ‘día después’ de la guerra”, afirmó, señalando que el grupo busca asegurar su lugar en cualquier acuerdo político futuro sobre Gaza.
En paralelo, la oficina de prensa dirigida por Hamás anunció el despliegue de miles de agentes de policía en todo el territorio para restaurar el orden. Instituciones y ministerios declararon estar listos para regresar a la normalidad, con medidas dirigidas a garantizar la estabilidad. En lugares como el Complejo Médico Nasser en Khan Younis, los policías uniformados reforzaron este mensaje mientras sonaba el himno nacional palestino, según un vídeo verificado por The New York Times.
Sin embargo, el futuro de Hamás en Gaza está lejos de ser seguro. Israel ha dejado claro que no acepta el alto el fuego como definitivo, manteniendo su objetivo de desmantelar el gobierno y la estructura militar del grupo. Gideon Saar, ministro de Asuntos Exteriores israelí, enfatizó que el liderazgo de Hamás representa una amenaza directa para la seguridad de Israel, y que cualquier tregua es temporal.
Aunque algunos analistas consideran que Israel podría derrocar a Hamás, destacan que reanudar la guerra sería extremadamente complejo debido a las presiones internacionales y los desafíos operativos. Incluso si Israel optara por un ataque total, expulsar a Hamás del poder sin ocupar directamente Gaza podría ser una tarea casi imposible.
Para Hamás, los desfiles del domingo no solo buscaban impresionar a la comunidad internacional. Según Ali Jarbawi, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Birzeit, también reflejan la realidad del terreno. “Hamás estaba allí antes de la guerra y sigue estando allí ahora”, afirmó, subrayando el arraigo del grupo en Gaza.
A medida que se desarrolla este complejo escenario, Hamás enfrenta una dualidad de desafíos: resistir la presión israelí mientras intenta consolidarse como un actor indispensable para los palestinos y para cualquier acuerdo futuro. Aunque su poder es innegable en el corto plazo, las tensiones internas y externas podrían definir el verdadero alcance de su control en Gaza.