El caso entre la actriz Elisa Mouliaá y el político Íñigo Errejón sigue generando polémica y dudas, especialmente tras revelarse nuevos detalles que cuestionan las acusaciones presentadas. Según pruebas aportadas por la defensa de Errejón, la actriz mantuvo contacto telemático con el fundador de Podemos más de un año y medio después de la presunta agresión sexual que denunció.
Los supuestos hechos habrían ocurrido el 8 de octubre de 2021, día en el que Errejón presentó su libro Con todo. De los años veloces al futuro, en un evento en la Casa del Lector del Matadero de Madrid. Sin embargo, en su declaración judicial, Mouliaá señaló que el incidente ocurrió a finales de septiembre, una discrepancia temporal que, según la defensa del político, desacredita la precisión de su testimonio.
Entre las conversaciones aportadas al caso, destaca un mensaje del 20 de abril de 2023, donde Mouliaá solicitó a Errejón el nombre de una abogada penalista, algo que, según la defensa, demuestra una relación de confianza incompatible con la acusación.
A pesar de eliminar el mensaje original, quedó registrado que Errejón respondió con un «busco a ver», mensaje al que la actriz reaccionó con un corazón rojo, reflejo de agradecimiento. Este gesto, según la defensa, pone en entredicho la narrativa de hostilidad que ha presentado la denunciante.
Otros mensajes revelan que solo seis días después de la presunta agresión, el 14 de octubre de 2021, Mouliaá escribió a Errejón lamentándose de no haber asistido juntos a un concierto de Silvio Rodríguez. «Mira a quién nos perdimos el otro día», le comentó, acompañado de una foto del evento. Además, los registros indican que la actriz propuso varios encuentros al político antes de conocerse en persona, destacando invitaciones en febrero, marzo y septiembre de 2021.
El papel de los medios y las ganancias económicas
Errejón también ha solicitado al juez que investigue los contratos televisivos de Mouliaá, quien ha concedido múltiples entrevistas relacionadas con el caso. Según el político, la actriz habría cobrado «elevadas sumas de dinero» por estas apariciones, lo que, a su juicio, pone en duda sus sentimientos de malestar y angustia, dado que ha revivido repetidamente los hechos denunciados en medios de comunicación.
En su escrito, la defensa subraya que «revivir los hechos denunciados en innumerables entrevistas» podría ser inconsistente con un relato que alega trauma y angustia, argumentando que este tipo de exposición pública podría desvirtuar las bases de la acusación.
El caso continúa desarrollándose en los tribunales, mientras las nuevas pruebas aportadas generan controversia y añaden complejidad al proceso. Las conversaciones mantenidas entre Mouliaá y Errejón podrían ser claves en la resolución del caso, cuestionando la consistencia de las acusaciones y la narrativa presentada por la actriz.