El presidente Trump comenzará el lunes a emitir una serie de órdenes ejecutivas con importantes medidas para acabar con la inmigración ilegal y desmantelar las iniciativas de diversidad en el gobierno federal, según confirmó su equipo.
Entre las medidas más controvertidas, Trump buscará cerrar la frontera a los inmigrantes que buscan asilo, declarando además el fin de la ciudadanía por nacimiento para hijos de inmigrantes indocumentados. Aunque esta medida sería impugnada en los tribunales debido a las limitaciones constitucionales, subraya el compromiso del presidente con una agenda migratoria estricta.
Otras acciones incluyen la declaración de los cruces de migrantes como emergencia nacional, lo que permitiría desbloquear fondos federales para construir el muro fronterizo sin la aprobación del Congreso.
También propone involucrar al ejército estadounidense en la seguridad fronteriza, un movimiento que seguramente enfrentará desafíos legales debido a las estrictas restricciones sobre el despliegue de las fuerzas armadas dentro del territorio nacional. Además, Trump planea designar a los cárteles de la droga como “terroristas globales”, aumentando las capacidades del gobierno para enfrentarlos.
Cambios en la fuerza laboral y las iniciativas de inclusión
Las políticas de diversidad y equidad del gobierno federal también estarán bajo el escrutinio de las nuevas órdenes ejecutivas. Trump planea establecer definiciones de sexo biológico para trabajadores federales, eliminando las protecciones actuales para las personas transgénero en prisiones federales y bajo custodia de inmigración. Estas medidas revertirían avances clave del gobierno previo en materia de inclusión y derechos civiles.
Además, ordenará poner fin a las políticas de trabajo remoto, instruyendo a las agencias gubernamentales a regresar al trabajo presencial cuatro o cinco días por semana. Este cambio busca restaurar un enfoque más tradicional en el funcionamiento del gobierno, aunque podría enfrentar resistencia entre los empleados públicos.
Regulaciones energéticas y comerciales en la mira
En el ámbito energético, Trump declarará una emergencia energética nacional, otorgándole poderes para acelerar los permisos de construcción de oleoductos y plantas de energía. También eliminará las regulaciones de eficiencia energética para electrodomésticos como lavavajillas, cabezales de ducha y estufas de gas, calificándolas de innecesarias y onerosas.
Al abrir las tierras salvajes de Alaska a más perforaciones de petróleo y gas, Trump busca priorizar la independencia energética y estimular la producción nacional.
En el comercio, las órdenes ejecutivas incluirán investigaciones sobre las prácticas comerciales de China, así como sobre la implementación del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá. Estas acciones refuerzan la intención del presidente de proteger los intereses económicos estadounidenses frente a lo que considera prácticas desleales en el comercio internacional.
Un comienzo contundente con resistencia asegurada
Aunque Trump ha prometido cerca de 100 órdenes ejecutivas en los próximos días, muchas de ellas enfrentarán desafíos legales y serán simbólicas. Sin embargo, constituyen un giro radical en las políticas existentes, cumpliendo con las promesas de campaña de restaurar lo que él llama el “sentido común” en la administración del país. Este enfoque asegura el inicio de una presidencia con decisiones que no pasarán desapercibidas ni dentro ni fuera de Estados Unidos.